"Nadie que confía en sí mismo,
envidia la virtud del otro"
Cicerón.-
Confío en sentir el aire fresco en el rostro,
en tomar un puñado de tierra y arrojarlo al suelo.
Confío en la mirada perdida en el horizonte marino.
En poner una hoja seca en mi oído y crujirla allí.
Confío en vaciar la mente de cosas importantes,
en vaciar mis bolsillos y voltearlos para siempre.
ayudar a los demás a vivir tranquilos.
Y en el poder de la sonrisa sincera, en boca honesta.
Confío en el brillo de los ojos hinchados y cansados,
en el refugio personal del espacio privado,
en la personalidad atrayente y respetuosa,
el calor de la familia y las amistades francas.
Cómo confío en las señales y presentimientos,
en el corazón abierto de sentimientos sencillos,
las metas en la luna y por rebote en las estrellas,
y los aprendizajes forzados, ciclos de la vida.
Siempre y en todo momento confío, en la justicia
y el libre albedrío; en la nostalgia y el recuerdo,
los cambios permanentes y el equilibrio.
En el solitario camino que he emprendido.--
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