Esperaba escribir de otra cosa, de hecho, tenía un tema preparado. Pero todo cambió gracias a la extraña lluvia en Chañaral. Deben haber sido como las 8 de la mañana cuando el spray levantado por los camiones en la carretera, me despertó. Esta ciudad de cerro y mar, no está para nada acostumbrada a recibir unos cuantos goterones. La verdad es que no había pasado una hora de lluvia, y la calle San Martín, que es donde yo vivo, ya estaba inundada, debido a que es el punto más bajo de este sector. Luego viene el mar. El mar estaba tranquilo, no había viento, ni personas transitando. La lluvia caía como cuando llueve normalmente en La Serena. Fluida y suave. Para tener una idea, que llueva a 400 Kilómetros al sur de Antofagasta, es raro, por decirlo menos. Copiapó, donde estaba la escoba, queda a dos horas de aquí. Pero hace como dos horas, dejó de llover. Yo me había hecho la idea de