En un instante fugaz le recordé
sonrisa triste, mirada opaca
los hombros cansados
arrastrando los pies
No fue más fuerte que El Olimpo
pasó de dios a paria
camina por la calle conocida
junto a muchos más sin rostro
Y no veo su figura transparente
no oigo el silencio de su voz
da igual, ya no importa
es el roce sutil del olvido
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