No era mi intención desaparecer del mapa, pero la verdad es que me ha costado mucho hacerme un tiempo para escribir en el blog y, en general, para hacer alguna actividad extra laboral. Uno de aquellos días, fue un viajecito a El Salvador, campamento minero que vio nacer a algunos de mis amigos y en el que sus padres trabajaron por largos años. El Salvador es una ciudad muy similar a Andacollo, pero full money. Por un momento entre tanta bandera y vehículos nuevos, yo juraría que estaba en una automotora, pero me equivoqué profundamente, puesto que sólo se trataba de un estacionamiento. La cantidad de vehículos nuevos que hay ahí es algo digno de mencionar. Allí la gente es tranquila y educada. No se ven flaites, pero sí decenas de camionetas 4x4 con sus pértigas atestadas de trabajadores mineros. Tiene la particularidad de que las calles son extremadamente anchas. Cada calle es el equivalente de una avenida con cuatro pistas, ideal según yo para apr...