Como aquella canción de Ozzy, I'm so tired... Me acostumbré a correr de un lado para otro todo el día, todos los días, gestionando cosas, cambiando el mundo, atendiendo personas... y ayer, cuando llegué cansada después de un arduo Día Internacional de la Mujer a recostarme por un ratito, vi que mi pieza era un desastre, que todo estaba tirado por todos lados, no había hecho la cama en un par de días, ya no me quedaba ropa limpia, mi despensa se había vaciado y mi pequeño mundo de paz era un caos en el que no quería estar. A pesar de las penurias, del agotamiento físico y mental, de que intenté trotar como antes y a los 10 minutos ya tenía la espalda matándome y de que volví a fumarme un par de cigarros diarios, dejando de lado todos mis hábitos alimenticios saludables y la meditación trascendental. A pesar de todo eso, me siento bien y contenta con lo que hago. Las enseñanzas de Lao Tse, el Yoga, Tai Chi, Feng Shui y todas mis creencias, se han vuelto estrategias ...