Para qué estamos con cosas. hoy no ha sido un buen día. A veces tenemos que tomar decisiones dolorosas en bien de algo superior y dejar de lado nuestros intereses momentáneos. Ayer pensaba en lo triste que sería ir caminando feliz por la vida y ver en el suelo una mariposa paralítica imposibilitada de volar. Qué sensación me produciría. Tal vez frustración, impotencia por no poder ayudarla a volar, dolor, tristeza, rabia por lo injusto de la vida. Quizás. Y resultó que hoy, después de haber decidido continuar caminando con la vista al frente, miré al piso y allí estaba. Una hermana mariposa. Al principio no me percaté de su estado, pero cuando me acerqué y no se movió, vino a mí toda la pena del mundo. El corazón se me apretó hasta desangrarse completamente y lo sentí. Tomé la Mariposa, rojinegra como yo, y me la llevé por las calles a ofrecerle un descanso a sus restos. ¡Qué dolor más grande ver una mariposa muerta! Sólo pude sentir paz, cuando vi su minú...